sábado, 17 de noviembre de 2012

Feliz cumple Sr Scorsese

Martin Scorsese(17/11/1942)


El cine actual no se entendería sin la huella de grandes cineastas contemporáneos, que marcaron tendencias con sus mejores obras, sobre todo en los 70. En un lugar destacado, junto a Francis Ford Coppola y Steven Spielberg, nadie duda de que Martin Scorsese merece contarse entre los más avezados directores del cine moderno. Marty ha creado un reconocible universo personal, basado en sus propias experiencias de la infancia, por donde pululan mafiosos capaces de sonreír a un niño y al minuto siguiente perpetrar una carnicería. Autor de grandes películas, regresa una y otra vez a sus obsesiones autorales: la religión, los remordimientos, las costumbres italoamericanas y, sobre todo, la violencia.

Martin Scorsese nació el 17 de noviembre de 1942 en Queens, un barrio neoyorquino, en el seno de una familia de emigrantes italianos católicos. Su origen no podía ser más humilde, pues su padre era planchador de pantalones. Posteriormente se encargaría de esa tarea en las películas de su hijo, quien defiende que nadie planchaba cuellos como él. Marty era un niño asmático y achacoso, que pasaba la mayor parte del tiempo en casa, observando la realidad a través de la ventana. Cuando gozaba de buena salud pasaba numerosas tardes en el cine, llegando a obsesionarse con las películas. Se puede decir que forma parte de una  generación de cineastas cinéfilos, junto con sus amiguetes Brian De Palma, George Lucas y Steven Spielberg. El chico estuvo mucho tiempo planteándose acudir al seminario para ser sacerdote, pero aconsejado por un amigo cura acabó decantándose por el cine.

A principios de los 60, los aspirantes a cineastas pasaban por la universidad, y Marty no fue menos, pues acudió a la Universidad de Nueva York, licenciándose en cinematografía en 1964, aunque posteriormente hizo también un Master de cine en el mismo sitio. En el campus coincidió con Brian De Palma. En 1964, Scorsese se casó con Laraine Brennan, con quien tuvo un hijo, aunque posteriormente se divorció, y ha tenido otras cinco parejas, entre ellas Isabella Rossellini. Enseguida empezó a rodar sus primeros cortos y ejerció como montador en Woodstock, documental sobre el célebre concierto de rock –otra de sus grandes pasiones– que tuvo lugar en 1969. Marty llamó a las puertas del largo por primera vez con ¿Quién llama a mi puerta?, donde ya estaba presente Harvey Keitel, uno de sus actores favoritos, que también  debutaba. El film, sobre las peripecias de un joven desempleado de Little Italy, el barrio de la infancia del cineasta, contenía numerosos elementos autobiográficos, como la religiosidad y la pasión por el cine del protagonista. A pesar de que el desarrollo es irregular, presagiaba la temática de la posterior Malas calles, más redonda.
Convencido de que la mejor forma de seguir aprendiendo su oficio era rodar cuantas más películas mejor, Marty aceptó ponerse al frente de una de las producciones de Roger Corman, rey de la serie B, dispuesto a acoger en su productora a estudiantes de cine que a los que no les importaba no cobrar por su trabajo. Corman le encargó un sucedáneo de Bonnie and Clyde, que en 1967 había arrasado en las pantallas. De esta forma le pasó el guión de El tren de Bertha, basado en la historia real de Boxcar Bertha, una sindicalista que se unió a una banda de atracadores. Dejando aparte que las producciones de Corman tienen cierto encanto para los amantes de los subproductos casposos, la verdad es que en esta película nada hace presagiar la brillante carrera posterior de Marty, salvo una violenta matanza.

Su primera película importante fue Malas calles. El título proviene de una frase de Raymond Chandler: “Un hombre tiene que dar la cara en esas malas calles”. En concreto, los que tienen que dar la cara son varios jóvenes de Little Italy, que tratan de abrirse camino en la vida. Repitió con Harvey Keitel (Charlie), sobrino de un mafioso que le deja al cargo de un restaurante, y por primera vez trabajó con su favorito, Robert De Niro (Johnny), un macarra callejero que debe dinero a un peligroso matón.

Tras Alicia ya no vive aquí, por la que Ellen Burstyn ganó el Oscar a la actriz principal, Scorsese volvió a juntar a De Niro y Keitel en Taxi Driver, que supuso su encuentro con el guionista Paul Schrader. Premiado con la Palma de Oro, en Cannes, el film acabó de consagrar a Scorsese que describe la soledad de un inadaptado veterano de Vietnam, que trabaja como taxista para aprovechar sus noches de insomnio. El aspecto más impactante de la película fue su tratamiento realista y descarnado de la violencia, el tema más recurrente en la filmografía de Scorsese.
Robert De Niro y Liza Minnelli, con la que el director mantuvo un breve romance, protagonizaron New York, New York, su excelente incursión en el musical. También había mucha música en El último vals, su célebre documental sobre The Band, un famoso conjunto. Nuevamente colaboró con Schrader en Toro salvaje, ‘biopic’ del boxeador Jake LaMotta, que sin duda es uno de los pesos pesados de su filmografía. Rodada con sugerente fotografía en blanco y negro, hace hincapié en la búsqueda de redención de un personaje acomplejado.  La Academia nominó a Scorsese al Oscar al mejor director por primera vez, aunque la estatuilla dorada se le resistiría un cuarto de siglo, pues tras siete nominaciones más, lo obtuvo finalmente por Infiltrados, de 2006.

El rey de la comedia no obtuvo la repercusión que se merecía. Este subvalorado film quizás hubiera sido más apreciado en la actualidad, pues critica la obsesión desmedida por la fama, centrándose en la insana idolatría de un aspirante a cómico que llega a secuestrar a la estrella a la que admira. Tras la excelente Jo, ¡qué noche!, divertimento tan ligero como hilarante, cercano al surrealismo, el resto de la década de los 80 fue irregular. El color del dinero recuperaba a Eddie Felson, personaje central de El buscavidas, pero aunque estaba rodado con una enorme pericia, apenas aportaba nada al original. Tras la polémica La última tentación de Cristo, y un prescindible episodio del largo colectivo Historias de Nueva York, Scorsese rodó un episodio de la serie Cuentos asombrosos y el videoclip Bad, para Michael Jackson, que narraba el enfrentamiento entre dos bandas callejeras. El cineasta volvió a obtener el respaldo mayoritario del público con sus películas sobre el mundo de la mafia, Uno de los nuestros y Casino, de violencia brutal y estructura y personajes muy similares. Uno de sus mejores trabajos es La edad de la inocencia, según la novela de Edith Wharton, que describe la alta sociedad neoyorquina, a principios del siglo XX. A pesar de un par de títulos decepcionantes, Kundun y Al límite, Scorsese parece haber iniciado una etapa de inspiración marcada por su asociación con Leonardo DiCaprio, con quien trabajó por vez primera en Gangs of New York, sobre las bandas organizadas que había en la ciudad a finales del XIX. Más redonda es El aviador, retrato del magnate Howard Hughes. Scorsese y DiCaprio repitieron por tercera vez en Infiltrados, milimétrico remake de Juego sucio (2002), un sorprendente thriller made in Hong Kong. El cineasta ha rodado un documental sobre los Rolling Stones, retomando su pasión por el rock. Encantado con la experiencia, ha anunciado que trabajará junto al líder de la banda, Mick Jagger, en The Long Play, un largometraje de ficción sobre el mundo de la música.


http://www.decine21.com/Biografias/Martin-Scorsese-13465

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