1. Practicar sexo
Los
que disfrutan de una vida sexual activa tienen una especie de seguro de
vida, según un estudio publicado en el British Medical Journal. George
Davey-Smith y sus colegas de Bristol han monitoreado, durante 10 años,
la salud de 918 hombres y así lo han comprobado. Los resultados hablan
por sí solos: “La probabilidad de morir se reducía a la mitad entre los
que practicaban sexo dos veces por semana frente a los que sólo lo
hacían una vez”.
2. Mirar escotes
Mirar
los pechos de una mujer durante 10 minutos diarios es muy bueno para la
salud, según los científicos. Según esto, se reduce en un 50% el riesgo
de sufrir un infarto. La comprobación se ha realizado en tres
hospitales de Alemania, donde han monitorizado durante cinco años la
salud de 200 hombres. El resultado es que quienes las miran a diario
viven cuatro años más.
3. Leer
Un factor que contribuye mucho a la longevidad es la comprensión lectora.
Tanto así, que las personas que no cumplen el bachillerato viven nueve años menos que los que completan este nivel, según una investigación de la Universidad de Chicago. Se atribuye esta diferencia a la habilidad para leer, procesar y entender información básica sobre salud. Los médicos la llaman “alfabetización en salud”.
Tanto así, que las personas que no cumplen el bachillerato viven nueve años menos que los que completan este nivel, según una investigación de la Universidad de Chicago. Se atribuye esta diferencia a la habilidad para leer, procesar y entender información básica sobre salud. Los médicos la llaman “alfabetización en salud”.
4. Ver comedias
El
equipo del doctor Michel Miller, de la Universidad de Maryland, en
Baltimore, ha comprobado que, después de ver una comedia, el torrente
sanguíneo aumenta hasta un 22%, mientras que si se ve un drama disminuye
hasta un 35%.
La risa puede beneficiar a tu corazón tanto como media hora de ejercicio. Las carcajadas incrementan el torrente de sangre y dilatan los vasos sanguíneos, factores que retrasan la aparición de enfermedades cardiovasculares.
La risa puede beneficiar a tu corazón tanto como media hora de ejercicio. Las carcajadas incrementan el torrente de sangre y dilatan los vasos sanguíneos, factores que retrasan la aparición de enfermedades cardiovasculares.
5. Ser perezoso
Según
el alemán Meter Axt, profesor de Ciencias de la Salud, la pereza alarga
la vida. La fórmula para la longevidad es: “evitar el estrés, dormir
mucho y comer menos”. En su libro El placer de la pereza, Axt dice:
nacemos con una cantidad limitada de “energía vital”, y si la agotamos
con el ejercicio o trabajando, compramos boletos para una muerte
prematura.
6. Vivir en Japón
De
los países desarrollados la esperanza de vida más elevada se localiza
en Japón con 81.8 años y en Islandia con 80.4. La esperanza de vida
menor se localiza en E.U. con 77.1 años. La razón por la que los
japoneses viven más es que invierten mucho en hospitales públicos ya que
del total del gasto sanitario japonés, el 81.5% corresponde a la
sanidad pública.
7. Hablar con mamá
Las
personas que mantienen cercanía afectiva con su madre son menos
propensos a desarrollar una enfermedad cardiaca o caer en adicciones.
Esta información es dada a conocer en un estudio de la Universidad de
Harvard.
8. Comerse los mocos
Según
el neumólogo austriaco Friedrich Bischinger, la costumbre de tragarse
los mocos no tiene más que ventajas: “Con los dedos se llega a partes
del interior de la nariz que no se alcanzan con el pañuelo, y así se
mantiene limpio el interior de la fosa nasal”. Sin embargo, su
recomendación no termina ahí. La operación ha de completarse con la
ingesta del “botín” obtenido, lo que prepara al organismo contra las
infecciones.
9. Ganar el Premio Nobel
De
acuerdo con un estudio de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, los
galardonados con el Premio Nobel viven una media de 1.5 años más que
quienes han sido simplemente nominados.
Los 135 galardonados que obtuvieron el premio entre 1900 y 1950 vivieron una media de 77.2 años.
Los 135 galardonados que obtuvieron el premio entre 1900 y 1950 vivieron una media de 77.2 años.
10. Ser sacerdote
La esperanza de vida en este trabajo es de unos cuatro años superior al resto de los empleos.
Según los expertos, la razón de la alta esperanza de vida del clero se relaciona con factores como la ausencia de estrés, llevar una vida ordenada y dedicarse a una profesión vocacional. Curiosamente, los obispos viven más que sus subordinados.
Según los expertos, la razón de la alta esperanza de vida del clero se relaciona con factores como la ausencia de estrés, llevar una vida ordenada y dedicarse a una profesión vocacional. Curiosamente, los obispos viven más que sus subordinados.
Me quedo con la segunda, que lo del Nobel ya esta muy visto
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