"Ama, ¿qué animal es un nugget?" Aunque en este
caso parezca fácil satisfacer la curiosidad infantil, la respuesta se
complica tras conocer las conclusiones de un análisis realizado por dos
investigadores estadounidenses. Porque ¿sería correcto contestar que
estos sabrosos bocaditos, uno de los platos estrella de las cadenas de
comida rápida, están elaborados con pollo, cuando realmente la mitad o
más de su contenido son despojos del propio animal tan poco apetitosos
como vísceras, nervios, venas, cartílagos o incluso huesos? Las
conclusiones del estudio, gráficamente bautizado como ‘La autopsia de un
nugget’, han sido publicadas recientemente en la prestigiosa revista
American Journal of Medicine y han desatado la polémica en un país como
EE UU, que ha incorporado el fast food a su dieta diaria en mayor
proporción de lo que sería deseable.
El estudio partió casi como un juego. Richard
DeShazo, un pediatra que imparte docencia en la Universidad de
Mississippi, estaba intrigado acerca de la composición de los nuggets
(‘pepitas’ en inglés), esos pequeños pedazos de pollo supuestamente
elaborados con carne magra, crujientes, sabrosos, sin huesos y de sabor
adictivo para los niños. Veía a sus nietos degustarlos con fruición y no
dejaba de preguntarse por su composición real. Ya sospechaba que, con
semejante predicamento entre los más pequeños no iba a encontrar un
dechado de virtudes saludables en estos productos procesados, pero para
salir de dudas llamó a un amigo y compañero, el patólogo Steven Bigler, y
le propuso diseccionar una de estas piezas con ojos de forense, "como
si se tratase de un ser humano en la mesa de autopsias".
Dicho y hecho. Ambos investigadores seleccionaron
al azar dos piezas en sendos restaurantes de la localidad de Jackson, en
Mississippi -cuyos nombres han querido mantener en secreto-, y las
sometieron a un riguroso análisis histológico. En primer lugar, los
nuggets fueron congelados para salvaguardar sus propiedades originales,
luego los disecaron y les aplicaron diversos reactivos y sustancias para
teñir tejidos. A continuación, los investigadores los sometieron a la
implacable visión del microscopio... y lo que encontraron les dejó "sin
palabras".
Uno de los nuggets estaba compuesto en un 50% por
puro tejido muscular de pollo –presumiblemente la pechuga o el muslo–
mientras que el resto era una mezcla de grasa, vasos sanguíneos y
nervios. Los investigadores hallaron en esta amalgama células que
recubren la piel y las vísceras del ave. Más preocupante fue el
resultado en la segunda pieza: apenas el 40% era músculo y el restante
60% estaba compuesto por grasa, cartílagos y trozos de huesos. Y eso sin
contar el rebozado industrial, que no analizaron, pero que contiene un
alto contenido en grasas debido al proceso de prefritura.
"Algunas empresas optaron por utilizar una mezcla
artificial de partes de pollos en lugar de carne blanca magra,
procesarla, freírla y llamarla pollo", explica Richard deShazo. "En
realidad, es un derivado del pollo rico en calorías, sal, azúcar y grasa
muy poco saludable. Pero tiene buen sabor y los niños lo adoran",
reconoció el investigador, que restó importancia a comer este producto
de forma ocasional. Lo que le preocupa es que los nuggets se incorporen a
la dieta cotidiana de las familias, ya que son económicos, fáciles de
preparar y, sobre todo, no hay que pelearse para que los niños rebañen
el plato.
El estudio ha recibido furibundas críticas del
Consejo Nacional de Productos de Pollo (NCC, por su nombre en inglés),
cuyos responsables acusaron a DeShazo de demonizar este alimento con
"sólo dos de los miles de millones de piezas que se elaboramos
anualmente". DeShazo admitió que se trata de una muestra poco
significativa con la que no pretendía condenar ni a la industria de
productos avícolas ni a la comida rápida en general, y reconoció que
algunas cadenas utilizan más carne blanca en sus nuggets. "Simplemente,
se trata de recordar a los consumidores que no todo lo que tiene buen
sabor es bueno para su salud", señaló.
Cómo clonar nuggets en casa
- Se pican 500 gramos de pechuga de pollo, se salpimentan y se le añaden
tres rebanadas de pan de molde sin corteza y bien empapadas en leche,
así como unos 100 gramos de queso en crema. Se amasan bien todos los
ingredientes hasta obtener una pasta con la que daremos forma a los
nuggets. Se pasan luego por harina, huevo y pan rallado, por ese orden, y
a la sartén. Y ojo, es necesario cocinarlos bien porque la carne de
pollo es una de las que más proclives a desarrollar microorganismos
patógenos.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/ocio/201311/03/domingo-letra-pequena-nuggets.html
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